El acero como material de construcción
El acero presenta unas propiedades que prácticamente ningún otro material ha logrado equiparar, por lo que su uso en la construcción es muy común. Es ideal para crear edificios en altura, puentes, torres de transmisión de energía, plataformas marinas, etc.
A continuación veremos en profundidad en qué consisten esas propiedades que lo hacen único, qué tipos hay y qué ventajas ofrece en la construcción.
El acero en la construcción
El acero es uno de los materiales más versátiles y adaptables por lo que ofrece unas prestaciones ideales para la construcción: resistencia y trabajabilidad a través del calor, las aleaciones o el trabajo mecánico.
Así, el acero fue el primer metal en utilizarse en la industria y después pasó a la construcción. Las primeras estructuras metálicas surgieron alrededor de 1800 en forma de puentes. Pero, pocos años más tarde, en 1887, ya se construyó en Chicago un edificio de 12 plantas y en 1931 se inauguró en Nueva York el Empire State Building con 379 metros de altura repartidos en 85 plantas.
Desde estos primeros usos en puentes y rascacielos, el acero se ha ido estableciendo en la construcción de edificios y viviendas. Aunque es más común verlo dando forma a las estructuras metálicas de naves, puentes, silos, postes de conducción de energía, etc.
Tipos de acero
El acero está compuesto por dos elementos: hierro y carbono. Sin embargo, se pueden potenciar o añadir ciertas propiedades si se combinan otros elementos como el manganeso o el fósforo.
Por lo tanto, encontramos diferentes tipos de acero que presentan características particulares:
- Acero aleado: contiene mayores cantidades de elementos como el silicio, el aluminio, el níquel o el cobre. Suele ser más barato y se utiliza, sobre todo, en la fabricación de piezas de automóviles, tuberías, cascos de barcos, etc.
- Acero al carbono: es el más común y se distingue porque presenta un aspecto mate. Podemos encontrar acero con alto, bajo o medio contenido de carbono. Se utiliza sobre todo en cuchillos, cables de alto voltaje o piezas similares.
- Acero para herramientas: es un tipo de acero duro y resistente al calor y los arañazos; por eso se utiliza para hacer herramientas como martillos.
- Acero inoxidable: este es, sin duda, el más conocido porque se utiliza en electrodomésicos o cuberterías. Contiene un 10% o 20% de cromo, lo que le hace resistente a la corrosión y fácil de moldear. ¿Se puede oxidar el acero inoxidable? Descúbrelo en este artículo.
Ventajas del acero en la construcción
- Alta resistencia: el acero es un material muy resistente lo que hace que las estructuras sean muy fuertes a la par que ligeras.
- Reciclable: es un material que se puede reciclar sin que pierda sus atributos, por lo que es perfecto para construcciones sostenibles.
- Versátil: por sus propiedades y lo fácil que es trabajar con él, el acero es un material muy versátil que se adapta a cualquier tipo de aplicación.
- Rapidez de montaje: con el acero se pueden prefabricar ciertos elementos que reducen los tiempos de construcción.
- Durabilidad: con un buen mantenimiento, el acero puede durar toda la vida.
¿Cuándo construir en acero?
Hay ciertos casos en los que la construcción en acero está especialmente recomendada:
- Zonas de alta sismicidad: en lugares como Tokio o San Francisco se ha comprobado que las estructuras de acero resisten mejor a los seísmos.
- Cuando se quiere construir rápidamente un edificio: una estructura de acero se construye con cierta rapidez por lo que es interesante en casos donde el tiempo apremia.
- Ciudades con poco espacio y hay que construir en gran altura: la arquitectura en altura resuelve problemas de espacio en ciudades muy pobladas. Así, los rascacioens se construyen, normalmente, con estructuras de acero.
- Cuando los suelos son difíciles: para la cimentación de edificios en terreno blandos conviene instalar estructuras de poco peso para transmitir menos carga en el suelo.
- Con proyectos arquitectónicos con partes voladas o pocos apoyos: de nuevo la ligereza del material lo hace interesante cuando se quieren construir estructuras con pocos apoyos sobre el suelo.
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