Cómo soldar acero inoxidable: consejos para principiantes
La soldadura de acero inoxidable es un proceso delicado que requiere práctica y en el que, además, hay que seguir una serie de recomendaciones para que el resultado sea el deseado.
También hay que prestar atención a la seguridad. Antes de empezar a soldar acero inoxidable, hay que verificar que tenemos todo el material y que este se encuentra en buen estado. Además de la soldadura hay que utilizar guantes de soldar, máscara de protección y proteger ojos y oídos.
Sabiendo esto, ¿cómo empezar a soldar acero inoxidable?
Tipos de soldadura de acero inoxidable
Antes de empezar a soldar acero inoxidable, hay que saber qué tipos de soldadura existen y cuál es la más aconsejable para el trabajo que vamos a hacer. Las técnicas más comunes son las siguientes:
Soldadura SWAM
Se concoe, también, como soldadura de arco metálico. Es un proceso por arco eléctrico de calor entre un electrodo revestido y un metal. El soldador controla manualmente la longitud y la dirección del arco.
El calor del arco eléctrico funde revestimiento como la varilla metálica del electro y, al mismo tiempo, la combustión del revestimiento permite crear una atmósfera protectora para evitar la contaminación del material que estamos fundiendo.
Soldadura TIG
En este caso el arco eléctrico se establece entre el metal base y un electrodo no consumible de Tungsteno, bajo una atmósfera protectora generada por el gas inerte (normalmente argón).
Esta técnica de soldadura genera cordones de mucha calidad y, además, tiene la ventaja de que es muy limpia y ahorra bastante tiempo.
Este tipo de soldadura en acero inoxidable se emplea sobre todo en piezas de poco espesor (hasta 6 mm).
Soldadura MIG
En general, se recomienda utilizar esta técnica ya que soldadura y arco ejercen una acción protectora en forma de envoltorio gaseoso compuesto por elementos como el argón o el helio.
Sus ventajas:
- Gran velocidad de soldadura.
- Facilidad de automatización del proceso.
Pasos para soldar acero inoxidable
Como hemos dicho al principio, el primer paso antes de empezar es comprobar que tenemos todo el material y que este se encuentre en buen estado. Una vez hecho esto, nos protegemos y ya podemos ponernos manos a la obra.
1. Limpia las piezas con las que vas a trabajar
Asegúrate de que todas las partes del metal a soldar están limpias y que no hay rastro de óxido o suciedad en las piezas. Utiliza un cepillo de metal para que quede perfecto. Para obtener una buena soldadura deberás contar con un metal limpio y de buena calidad.
2. Empieza con la pre - soldadura
Antes de empezar a soldar, pega las piezas utilizando fijaciones que hagan que las partes no se muevan mientras estás trabajando.
3. Calienta el metal
Aplica una leve llama sobre la superficia para calentar la zona opuesta a la unión. Cuando empieces a aparecer burbujas hay que aplicar el alambre y cuando la varilla empiece a fluir deberás retirar la fuente de calor.
4. Elimina el restante
Con ayuda de agua caliente y un cepillo de alambre, retira el flujo restante. Trata de quitar todo el exceso ya que es corrosivo y peligroso.
5. Comprueba el resultado
Echa un vistazo a ver qué tal ha quedado. Si detectas pequeñas bolas de agua el metal no ha quedado bien unido.
Consejo de seguridad
Es importante soldar acero inoxidable en una zona ventilada, para evitar que los humos producidos durante el proceso afecten al soldador. También hay que evitar colocar la cabeza sobre la columna de humo.
En definitiva, aquellos que quieran empezar a probar con la soldadura de acero inoxidable deben tener en cuenta tres aspectos importantes.
- Seguir todas las recomendaciones de seguridad.
- Utiliza acero de calidad para obtener buenos resultados.
- Practicar mucho hasta lograr dominar la técnica.